COMENTARIOS

La mayoria de las fotografias e imagenes son tomadas de la web, si alguien no quiere que su imagen este me lo comunica y la sacare.

Vistas de página en total

lunes, 4 de abril de 2011

Estrella de La Mañana - David

El viaje de regreso lo hice sola, y no fue tan suave, me falta practica, caigo de golpe al suelo.
Uf!!!! que duro aterrizaje en la realidad.
Me paro y miro a mi alrededor, ¡que paisaje más raro!, este no es el sector de Marian.

¿Dónde estaré?
Camino un poco ve a un joven sentado en una piedra con la cabeza entre las manos, por su vestimenta me alarma, se ve con ropa muy antigua.
Antes que me vea conjuro neblina y me pongo una túnica de manga larga y hasta el suelo, blanca, signo de paz y útil a toda ocasión. La prenda clásica que nunca debe faltar en closet de una maga.

Lentamente me acerco y lo veo que me mira aturdido. El joven vestido de guerreo, pero con traje  raro y antiguo.

Utilizo un hechizo multilenguaje, que me permite que el joven escuche en su lengua lo que dije.
La paz contigo- digo esperando no haber equivocado de saludo. Si viaje en el tiempo debo tener cuidado, en especial una hechicera.
Cuando el guerreo de vuelve a mirarme, me sorprendo, es apenas un niño, pero ya tiene mirada de hombre.
Qué edad tienes hijo- digo
15 años señora - me responde- y se inclina ante mí.
Levántate digo, y sonrió para mi, por mis ropas que algún polvo mágico les quedo de mi pasada por la tierra de Estrella de la Mañana pensó que soy un ángel, ya me pareció simpático este chico, hace tiempo que no confundían con un ángel.

-¿qué te aflige?
Me llamo David, hijo de menor de Iasí, de Belen, el menor de 8 hermanos, soy pastor y me cuido las ovejas de mi familia.
Trato de disimular mi sorpresa estoy frente al que será el gran Rey David. Está es cosa de Estrella de la Mañana seguro, pero ¿Qué tengo que ver yo acá?
Asiento y digo, “¿y qué te aflige hijo?”
-Hará unos días, mi padre me dijo “Toma, por favor,  para tus hermanos efa de este grano tostado y estos diez panes, y llévalos de prisa al campamento donde están tus hermanos.
Lleva también estos diez quesos para el jefe de millar. Averigua si tus hermanos están bien y toma alguna prenda de ellos.
Saúl y ellos, con todos los hombres de Israel, están en el valle de Ela, combatiendo contra los filisteos.
Deje mis ovejas con un amigo y partí a cumplir las órdenes de mi padre, al llegar al campamento escuche a paladín que se llamaba Goliat, de Gat. Decir:
“ Para qué salís a disponer la batalla? ¿No soy yo el  filisteo y vosotros los siervos de Saúl? ¡Escoged de entre vosotros un hombre que venga contra mí!
Si él puede luchar conmigo y me vence, nosotros seremos vuestros esclavos. Pero si yo puedo más que él y lo venzo, vosotros seréis nuestros esclavos y nos serviréis.
—Y el filisteo añadió—: ¡Yo desafío hoy al ejército de Israel! ¡Dadme un hombre para que luche contra mí!.”
Goliat tenía de estatura seis codos y un palmo. Llevaba un casco de bronce en la cabeza y estaba vestido con una cota de malla de bronce que pesaba siclos. Sobre sus piernas tenía grebas de bronce y entre sus hombros llevaba una jabalina de bronce.
Al ver a todos tiritar de miedo algo surgió dentro de mí, y pregunte:
“Qué harán por el hombre que venza a ese filisteo y quite la afrenta de Israel? Porque, ¿quién es ese filisteo incircunciso para que desafíe a los escuadrones del Dios viviente?”
Mis hermanos me retaron y pero sin saber cómo termine frente al Rey Saúl, quien me pregunto si yo pretendía enfrentar al filisteo, y con burla me dijo quien lo venza se hará hombre.
Respondí “Tu siervo ha sido pastor de las ovejas de su padre. Y cuando venía un león o un oso y tomaba alguna oveja del rebaño,
Yo salía tras él, lo hería y la rescataba de su boca. Si se levantaba contra mí, yo lo agarraba por la melena, lo hería y lo mataba.”
Así fue como me vi frente al filisteo solo armado de mi honda. Y con un tiro certero clave un piedra en su frente, éste cayo de bruces en tierra, corrí hacia él, tomé su espada, y  con ella le corte la cabeza.

David, termino su relato y quedo callado con la cabeza gacha.
Seguro te recibieron con honores me aventuro a decir, salvaste a  tu pueblo.
Sí, me han recibido con honores, pero ¿si están equivocados? ¿si no soy digno? El rey  prometido darme la mano de su hija Merab, la mujer más linda y buena que he conocido, a mi, un simple pastor.
Se sentó en la piedra con la cara entre las manos.
Que ganas de abrazar a este muchacho, pero se supone que soy un ángel y no puede tocarme.
David!!!, digo suavemente ¿confiase en Dios? ¿Crees en èl?
Si, señora.
Entonces debes creer que estas donde debes estar, y viviste lo que tuviste que vivir, para poder vivir lo que viene.
Vencer al gigante Goliat, por medio de la espada fue valiente, pero más valor necesitaras para lo que está por venir.
Se necesita más valor para vencer la envidia, la traición y seguir siendo un hombre justo. Se necesita mucho valor para no ser tentando por la ambición, la soberbia, el egoísmo, cuidarse de los que se acercaran por interés. Porque David, serás grande y tu nombre recordado en la historia.
Me agache y recogí del suelo una pequeña piedra y dije:
David una piedra te llevo a vencer, guarda esta siempre contigo y Recuerda que todo pasa. Nada de lo que tengas, o lo que sientas es permanente. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas.
Esta piedra tiene millones de años y podrá existir en millones más, recuerda que no eres más, ni eres menos. Estas donde debes estar sólo depende de ti hacer lo mejor que puedas en este lugar.
¿Y si no soy lo suficientemente bueno? ¿Si existió un error?
No hay errores, tú eres David, él que venció a Goliat, al que esperan grandes logros, sólo necesites fe.
Ahora ve, que yo tengo que seguir mi camino.
Me quedo pensando que a veces es tan fácil ver el camino de otro y el propio se pierde en la neblina como la me envuelve en este momento y me habla de otro viaje, y no sé ni a donde voy.


No hay comentarios:

Publicar un comentario