Adolorida, cansada, confundida
y muy frustrada, deje caer mi muy maltrecho cuerpo sobre la hierba.
Sin poder moverme… observe… no..
no es observar la palabra, SENTÍ , la hierba, los árboles, la rosa en mi manto,
el sonido distante y envolvente del agua. Me deje ir esperando el final.
Pequeños picoteos en mi
cabeza, en mis manos, en mi espalda me hicieron saber que no habría tal final,
por lo menos aún no.
Estos “picoteos” irían atravesando
mi cuerpo como fuertes rayos mágicos que me traerían nuevas enseñanzas, nuevas
para mí, eternas en su esencia, me abrirán puertas que muchas veces toque pero
que no se me abrieron. Pero esto lo iré contando mas adelante.
Una llamada y dolores más,
dolores menos la hechicera despliega el vuelo, al llamado de mi querida
princesa-guerrera parte de mi magia el vuelve a mí y me materializo.
Conjuro miles de rayos de luz
que viajaran hacia los más puros seres mágicos, a los que en su corazón
alberguen un poco de la magia pura de la bondad y el amor sincero. Todos
vibrando emitiremos una fuertes luz que atraiga un corazón para Rafael.
Los invito a unirse a esta
cadena de luz, para que cada vez sus vibraciones sean más fuertes y triunfe EL
AMOR.
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Quién dijo que todo está perdido
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Tanta sangre que se llevo el río
Yo vengo a ofrecer mi corazón
No será tan fácil ya sé qué pasa
No será tan útil como pensaba
Como abrir el pecho, y sacar el alma
Una cuchillada de amor
Luna de los pobres siempre abierta
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Como un documento inalterable
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Y uniré las puntas de un mismo lazo
Y me iré tranquilo, me iré despacio
Y te daré todo, y me darás algo
Algo que me alivie un poco más
Cuando no haya nadie cerca o lejos
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Cuando los satélites no alcancen
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Y hablo de países y de esperanzas
Y hablo por la vida, hablo por la nada
Y hablo de cambiar esta nuestra casa
De cambiarla por cambiar nomás
Quién dijo que todo está perdido
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Tanta sangre que se llevo el río
Yo vengo a ofrecer mi corazón
No será tan fácil ya sé qué pasa
No será tan útil como pensaba
Como abrir el pecho, y sacar el alma
Una cuchillada de amor
Luna de los pobres siempre abierta
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Como un documento inalterable
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Y uniré las puntas de un mismo lazo
Y me iré tranquilo, me iré despacio
Y te daré todo, y me darás algo
Algo que me alivie un poco más
Cuando no haya nadie cerca o lejos
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Cuando los satélites no alcancen
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Y hablo de países y de esperanzas
Y hablo por la vida, hablo por la nada
Y hablo de cambiar esta nuestra casa
De cambiarla por cambiar nomás
Quién dijo que todo está perdido
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Cuando la naturaleza te induce y absorbe tus sensaciones, tú y el universo os confundís y el tiempo se detiene en tus manos y la luz que te rodea te hace saltar el tiempo e ir allá donde pasado presente y futuro coexisten en perfecta armonía.
ResponderEliminarBesos.
André, siempre mágicamente sabias tus palabras, muchas veces por ser "nuestro" el cuerpo que habitamos olvidamos que es parte de la naturaleza y como tal forman un todo. Fuera de la meditación avanzada, el dolor imprevisto nos permite ponernos en contacto en forma instantanea con una parte potente de nuestro ser y si lo permitimos llevarnos a conocimientos realmente asombrosos. Quizas porque el dolor adormece nuestro conciente.
ResponderEliminarExisten dolores fisicos como los de una enfermedad dolorosa o espirituales como el de la familia que ora por un corazón, en ambos si ese dolor es transformado en un acto de amor, jamas de resentiminto, si no para entender que este es parte de nuestro camino, este puede ser un gran proceso de aprendisaje espiritual, en un espacio para crecer en el amor.