Con un cansancio inmenso, que parece nacer de mis huesos decido caminar, recorrer esta nueva tierra
El mundo parece renacer, vibrar, brillar y yo no tengo ganas, no tengo ganas de vibrar con él.
Mis conocimientos me dicen que este es un embrujo y que tengo el poder hacer lo que mi mente decida, pero es tan difícil ¿que pasó con la Hechi llena de energía?
Se que lo viejo mucho me a aportado pero tengo que dejarlo y empezar de nuevo, desnuda y sola,
¿sola? sola no, aun están a qui mis antiguos amigos, los duendes, princesas, mi querido mago, los dragones, sirenas y otros seres maravillosos, pero ahora no pueden tocarme.
Dos Ángeles
Gabriela Miestral
No tengo sólo un Ángel
con ala estremecida:
me mecen como al mar
mecen las dos orillas
el Ángel que da el gozo
y el que da la agonía,
el de alas tremolantes
y el de las alas fijas.
Yo sé, cuando amanece,
cuál va a regirme el día,
si el de color de llama
o el color de ceniza,
y me les doy como alga
a la ola, contrita.
Sólo una vez volaron
con las alas unidas:
el día del amor,
el de la Epifanía.
¡Se juntaron en una
sus alas enemigas
y anudaron el nudo
de la muerte y la vida!
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