Se me pidió hacer una visita a la gran maestra María, madre de Jesús, a su santuario de Lujan. Siendo mi preferida dentro de los grandes maestros, negarme se me hace imposible, asi con la ayuda de mi distinguida amiga emprendimos el camino.
La Señora me deparaba muy lindas sorpresas, es así como Lady Marian se unió a nuestra procesión la que se transformo en un rosario de risas y hermosos recuerdos, como siempre cuando el amor rodea una reunión. No habíamos partido y ya la magia inundaba el coche.
Después de una obligatoria parada a comer nos encontramos con la magnifica iglesia que acoge a nuestra señora de lujan. Me deje mi sombrero de hechicera en el coche, en los lugares religiosos no entienden la misión y amistad que existe entre lo espiritual y lo mágico.
Son lujosísimos los aposentos que les destinaron a la pequeña imagen de La Señora que decidió quedarse en Lujan. Llamo mi atención lo poco que sabían los habitantes de Lujan, por lo menos a los que pregunte, sobre los orígenes de dicha estatuilla. Es así como se van perdiendo rastro de los maravillosos prodigios. Si alguien pasa por esta página les contare lo que a mis oídos ha llegado.
Erase un vez un hacendado llamado Antonio Farías Sáa, cuando corría le año 1630, hace muchos, muchos años atrás, este señor portugués pero que vivía en Argentina en el sector de Santiago del Estero, mando ha hacer una imagen de nuestra señora a Brasil. Mando confeccionar una imagen de la Inmaculada Concepción. El amigo brasileño al que se las mando a hacer envió dos imágenes para que el eligiera.
En ese entonces el transporte eran de bueyes, así que bueyes llevaban las imágenes, después de tres días de viaje, todos muy cansados y llenos de polvo pararon en la Estancia de don Rosendo de Trigueros, donde comieron y durmieron. Al día siguiente cuando quisieron partir no pudieron mover la carreta, después de mucho intentarlo bajaron uno de los cajones, el que contenía la estatuilla de 38 cm y los bueyes accedieron a moverse. Dejando en Luján a esta decidida figura.
Así quedo la pequeña imagen de terracota de media vara de alto y con sus manos juntas en el pecho, donde había decidido quedarse, ahí se le levanto un pequeño oratorio y dedicaron a su cuidado un negro llamado Manuel, difundiéndose pronto la noticia del milagro y llegando gente de distintos lugares.
Se cuenta que la señora Ana de Matos, viuda del capitán español Marcos de Sequeira y propietaria una gran estancia quiso llevarse la virgen a un lugar mas "apropiado", le aseguró el cuidado y la construcción de una capilla «digna y cómoda», pusieron la virgen en le oratorio pero a la mañana siguiente, cuando se dirigió ahí para rezar, descubrió con asombro y angustia que la Virgen no estaba en su altar. Al buscarla se la encontró en el «Lugar del Milagro». y así sucesivamente.
Esa es la historia que conozco si alguien quiere agregar algo es bienvenido
Espero regresa a este hermoso pueblo que me quedo mucho por mirar y espero que La Señora de Lujan de vuelva a invitar.
